DuPont Uentrop

Publicado el oct. 1, 2023

En 2007, cuando fue enviado a una de las mayores instalaciones de DuPont en Europa, en Uentrop-Hamm, Alemania, el ingeniero químico Reinhold Sand encontró una planta bien estructurada sin mayores problemas. Parecía ser el sitio de entrenamiento ideal para su nuevo rol como gerente de la fábrica, pero el comienzo fácil fue ilusorio. "Un año después de llegar en Uentrop, todo el infierno se desató", él recuerda.

Las instalaciones de DuPont en Uentrop son el mayor fabricante de fibras de poliéster en Europa y el lugar más grande de producción de polibutilenotereftalato en el mundo, un polímero utilizado como aislante en la industria electrónica. Sin embargo, después de que una unidad de producción entró en operación en China y la crisis económica mundial surgió en 2008, las operaciones de la planta disminuyeron drásticamente. La planta fue obligada a ser más ágil y más competitiva o enfrentaría un período prolongado de crecimiento negativo.

Eliminación de ineficiencias
En aquel momento, Uentrop sufría con ineficiencias que impedían las instalaciones lograr la excelencia operacional – tiempo, esfuerzos y recursos significativos fueron invertidos sin lograr productividad sostenible y rentabilidad financiera. Esto era particularmente evidente en el área de manutención. Cada uno de los cuatro diferentes grupos de producción tenía sus propios equipos de manutención, y había un grande grupo central de manutención destinado a servir a la planta enteramente, pero nunca fue utilizado.

Para resolver este problema, DuPont implementó un nuevo modelo de sistema de producción en las instalaciones para funcionar como un método estandarizado e integrado, reuniendo funcionarios y desarrollando capacidad organizacional para posibilitar el mejor uso de los recursos y competencias. La iniciativa comenzó con una evaluación previa de las instalaciones y recolección de datos. Fue llevado a cabo una encuesta en línea con todos los empleados, además de talleres y entrevistas en profundidad. Encuestas anteriores con los empleados también fueron analizados para identificar tendencias que merecían atención. Durante esta fase, la comunicación con los empleados fue fundamental. Cuestionar y comprender claramente sus necesidades y preocupaciones les hizo sentirse integrados con el nuevo sistema y creer en su importancia, lo que fue esencial para el éxito de la implementación.