El futuro de los servicios públicos fiables: Seguros, económicos y monitorizados en tiempo real
Los proveedores de servicios públicos enfrentan actualmente una serie de desafíos, que van desde infraestructuras obsoletas y mayores expectativas de confiabilidad a costos reducidos hasta las incertidumbres que rodean los cambios regulatorios y los eventos climáticos.
El sector de transmisión y distribución de energía está además influenciado por cuestiones relacionadas con el desarrollo de los negocios, tales como:
- Mayor demanda de redes.
- Redundancia de sistemas reducida.
- Restricciones operativas que limitan el tiempo de inactividad por mantenimiento.
- Ingresos vinculados a la disponibilidad de las instalaciones.
Además, las estructuras regulatorias a menudo presentan estrictos requisitos técnicos e imponen severas sanciones por incumplimiento de los objetivos.
En los próximos 20 años, los países emergentes necesitarán expandir rápidamente sus redes de energía para servir a poblaciones en crecimiento. Al mismo tiempo, quienes viven en economías desarrolladas tendrán que actualizar las infraestructuras obsoletas, implementar redes inteligentes y responder a las crecientes presiones regulatorias, tecnológicas y de los clientes. Para satisfacer esta demanda, las líneas de transmisión y distribución del mundo deberán aumentar en más de un tercio para el 2035 - aproximadamente 94 millones de kilómetros - a un costo estimado de más de US$ 310 mil millones por año.